miércoles, 28 de septiembre de 2011

EL ÁRBOL DE LA VIDA (The tree of life, EEUU, 2011)

“Desde pequeña tuve que elegir entre lo natural y lo divino. Yo elegí lo divino.” Asistimos al llanto desgarrador por una pérdida. Sobrevienen insertos cósmicos, imágenes prehistóricas eternas e inauditas en el contexto. Retrato extraordinariamente sensible de la infancia.  Poesía de la procreación, los planos son de una belleza sobrecogedora. Jessica Chastain está gloriosa, virginal. Una oda al origen de la vida en la que un volcán en erupción, de duración infinita,  nos aleja de la historia. Adoración maternal. Amor/odio paterno- filial. Conmovedora, sublime, gran belleza formal. Dialéctica distinta en el montaje. El personaje de Sean Penn no se sostiene. Rabia emocionante contra Dios. ¿De qué sirve ser bueno si un niño puede morir? Terrence Malick ha rodado cinco películas en cuarenta años. ¿Pretende contarnos una historia? ¿Por qué actores tan mediáticos en una obra tan trascendente? Extremadamente poético, inspirado, y muy pretencioso, en ciertos momentos artificioso. Fascinante y agotadora. ¿Tiene sentido distribuir esta película en circuitos comerciales? Media sala se va antes de que acabe la proyección. Los espectadores hablan. Alguno aplaude.

Desconcertante.

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