lunes, 31 de octubre de 2011

ONE DAY, siempre el mismo día. ("One day", EEUU, 2011)

La directora danesa Lone Sherfig (“An education”, “Italiano para principiantes”…) dirige “One day”, su primera incursión en Estados Unidos. “One day, siempre el mismo día” (como se ha titulado en España) es una película basada en la novela homónima de David Nicholls (también guionista del largometraje) que nos relata la profunda relación que se establece entre Emma Morley y Dexter Mayhew a lo largo de veinte años.

Por su carácter de película romántica diferente, con algo de no- historia de amor, “One day” nos trae a la memoria largometrajes como “500 días juntos” (Days of summer, Marc Webb, 2009).  Los días 15 de Julio, desde 1988 hasta nuestros días, se convierten en el continente de la trama que narra los encuentros y desencuentros de los dos protagonistas, fecha que para ellos también se transforma en emblemática, dibujando las huellas sobre las que caminan para trazar su historia. Con un principio precipitado que entorpece la entrada en el film, “One day” cuenta sin embargo con una estructura narrativa muy inteligente. Emma y Dexter nos desvelan sus caracteres y su evolución tanto a nivel personal como a nivel de pareja a través de un solo día al año.
Anne Hathaway Y Jim Sturgess moldean, con Lone Sherfig y David Nicholls a sus espaldas, unos personajes muy sólidos y terrenales, fuertes y vulnerables a la vez, estando Anne Hathaway algo estancada en el papel de chica insignificante que acaba deslumbrando al protagonista masculino y al espectador (véase “Princesa por sorpresa” o “El diablo se viste de Prada”), rol que, por otra parte, aborda con mucha naturalidad. En lo que concierne a Jim Sturgess, desvela abundantes registros en su interpretación, sumándose a Hathaway en la lista de jóvenes promesas cinematográficas.

Con una preciosa música de Rachel Portman y una maravillosa foto al más puro estilo Robert Doisneau en el cartel que anuncia la película, “One day” es una película rosa no tan rosa bien configurada, con un esqueleto muy ingenioso.
Tras su visionado solo cabe preguntarse si es posible que exista el temor en el cine a que la  expresión de la felicidad sea susceptible de considerarse frívola y poco interesante, siendo el drama la opción elegida en ocasiones un tanto discutibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario