domingo, 27 de marzo de 2011

NUNCA ME ABANDONES ("Never let me go", 2011)


 “Nunca me abandones”, basada en la novela homónima del japonés nacionalizado británico Kazuo Ishiguro , pretende ser una combinación de intimismo y ciencia ficción sumamente compleja. Pero a pesar de su gran lirismo estético, los mecanismos empleados para narrar la historia la convierten en una película inverosímil de principio a fin. La trama sobre ingeniería genética flota en innumerables lagunas y el triángulo amoroso de los tres protagonistas resulta excesivamente forzado y, a ratos, incomprensible. No cabe duda, a pesar de todo, de que son emocionantes determinados momentos, como la secuencia en la que un joven desesperado busca que le lean el alma a través de sus dibujos. Pero, en general, el resultado es pretencioso y de ritmo monótono, dejando al espectador frío y alejándole de los personajes. Personajes, eso sí, que están encarnados en su mayoría por buenos intérpretes (a destacar Carey Mulligan en el papel de Kathy H.).
Pretendiendo cuestionar la ética de la manipulación genética a la par que analizar los sentimientos humanos, el director hace una apuesta difícil y pierde. Nos queda un montaje de imágenes hermosas bajo una elegante banda sonora compuesta por la siempre acertada Rachel Portman. Un conjunto bello, lo que no es nada desdeñable, pero sin esencia, sin entrañas… "Nunca me abandones" es un largometraje que resulta aséptico y con  poco interés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario