jueves, 24 de noviembre de 2011

ANOTHER YEAR (Reino Unido, 2010)

Es sabido que el entusiasmo excesivo no es buen consejero a la hora de desarrollar una crítica. Pero es difícil no dejarse llevar por él cuando uno es consciente de haber visto una de las mejores películas del año. Mike Leigh ya destacaba en el panorama cinematográfico británico, junto a Ken Loach o Stephen Frears, siendo un gran retratista de la sociedad inglesa actual. Pero puede que “Another year” sea su mejor obra hasta el momento, un humilde baño de realidad de una sensibilidad extraordinaria.
“Another year” habla sobre la soledad, la tristeza, la amistad, la alegría, el amor, la solidaridad, la familia… Erigida en base a la observación atenta del prójimo, a una profunda sutileza y a un gran sentido del humor, la película es una estampa sencilla de la complejidad de la vida, concibiendo un universo intimista en el que el protagonismo lo tienen los pequeños gestos y las palabras justas. El patetismo al que puede conducir el desconsuelo está tratado con una delicadeza absoluta.
El largometraje nos narra la existencia de un matrimonio feliz que se convierte en el báculo de un grupo de amigos y familiares que necesitan apoyo para seguir caminando. Este microcosmos, creado por el realizador en todas sus dimensiones, queda rematado por el alarde de interpretaciones, basado en la improvisación, del magnífico elenco de actores protagonista. Las actuaciones son deslumbrantes, cabiendo destacar a Leslie Manville (Mary) por saber encarnar la explosión emocional y el desamparo de un modo tan hondo, a Jim Broadbent y Ruth Sheen (Tom y Gerri) por transmitir tanta calidez, serenidad y generosidad, y a Peter Wight (Ken) por edificar su personaje con tanta profundidad a partir del alcohol y la amargura. Dividido en cuatro capítulos, las cuatro estaciones del año, el largometraje narra el día a día de estos personajes y su afán por sobrevivir un año más.
El dolor humano, disfrazado a menudo de sonrisa, es el tema principal de “Another year”. El último plano es demoledor, un primer plano de Leslie Manville sumergida en el silencio de su quebranto, un plano maravilloso que concentra todos los sentimientos de la película. El último largometraje de Mike Leigh es una obra magnífica, espléndidamente dirigida e interpretada, con un lenguaje muy sobrio que acentúa la intensidad emocional de la cinta. “Another year” es un regalo para el espectador.

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